Alergia en niños: factores de riesgo y prevención
¿Qué es la alergia?
Las alergias se producen por una alteración del sistema inmunológico y el sistema inmunitario reacciona a una “falsa alarma”. Normalmente, el cuerpo humano se defiende contra cosas dañinas como virus o bacterias. Pero a veces las defensas atacan violentamente a elementos que son inofensivos y que no deberían atacar, como el polen, el polvo o los hongos.
Cuando una persona tiene alergias, el cuerpo piensa que estos alérgenos son dañinos. El cuerpo ataca los alérgenos con anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos pueden desencadenar una reacción alérgica que puede ser desde leve a muy grave, incluso mortal.
¿Qué puede causar las alergias en un niño?
Muchas cosas pueden desencadenar reacciones alérgicas. Los desencadenantes o alérgenos más comunes son:
- Alimentos
- Polen de gramíneas, árboles y malezas
- Animales
- Ácaros del polvo
- Hongos
- Látex
- Medicamentos
- Picaduras de avispa y abeja
- Plagas de cucarachas y ratones
¿Qué niños tienen mayor riesgo de alergias?
Las alergias pueden afectar a cualquiera y pueden ocurrir a cualquier edad.
Hay un factor de riesgo genético si los padres tienen alergia; si uno de los padres tiene alergia el riesgo del niño a desarrollar alergia es de un 35%, si los dos padres son alérgicos el riesgo aumenta hasta el 70%.
Existe también lo que los especialistas llamamos “la marcha alérgica”; que es la predisposición o recorrido “natural” al que tienden las enfermedades alérgicas. Este suele ser un primer paso de piel seca o dermatitis atópica, seguido de alergias alimentarias, rinitis y asma.
También se ha visto que hay una mayor predisposición en el desarrollo de alergias cuando el sistema inmune no madura adecuadamente debido a una alteración de nuestro ´”microorganismos beneficios internos”, nuestra microbiota intestinal. La microbiota intestinal se modifica por nuestro entorno, tipo de parto, lactancia, la dieta y el uso de medicamentos entre otros.
¿Puedo prevenir la alergia en mi hijo?
Aunque no existe una solución mágica o única para que nuestros hijos no tengan alergias, si existen diversas medidas de prevención y terapéuticas para ayudar a nuestro sistema inmune y disminuir el riesgo de desarrollar alergias, la gravedad de los síntomas y también frenar “la marcha alérgica”.