Aire que respiramos y alimentos que comemos
Inteligencia Artificial (IA) en la Salud
Un placer participar y haber contribuido en el evento sobre Inteligencia Artificial (IA) en la Salud y cómo el Cambio Climático afecta nuestra salud; en particular, cómo el "aire que respiramos y los alimentos que comemos" juegan un papel clave en el rápido aumento del número y la gravedad de las alergias y cómo la IA puede ayudarnos.
Un evento integrado en la Alianza Médica contra el Cambio Climático (AMCC) y organizado por la Organización Médica Colegial (OMC), Asociación Salud Digital (ASD) y EY.
Una gran oportunidad para conocer y aprender de profesionales excepcionales y debatir sobre el uso de la IA y las aplicaciones en beneficio de la Salud Pública y la prevención, el aire que respiramos y los alimentos que comemos, y el lugar donde vivimos para luchar contra el cambio climático.
En este evento pudimos hablar del papel fundamental que juega la contaminación y el cambio climático en el gran aumento de enfermedades alérgicas. La disminución de la calidad del aire, especialmente en las ciudades, juega un papel principal en desarrollar plantas más alergénicas, que junto a su unión con las partículas de diesel -altamente pegadizas y muy pequeño tamaño-, hacen que el polen se adhiera a las partículas diesel entrando a nuestro sistema respiratorio y causando mayor número de alergias.
Además esas partículas alergénicas del polen, pueden también encontrarse en muchas otras sustancias, es lo que se conoce como pan-alergenos. Eso significa que si una persona es alérgica al pan-alergeno del polen e ingiere un alimento que también contenga ese panalergeno, desarrollará también síntomas de alergia a ese/esos alimento/s.
Esto es lo que está ocurriendo a muchos alérgicos al polen que empiezan a desarrollar síntomas al ingerir distintos alimentos. En España es especialmente frecuente la alergia al panalergeno LTP -Lipid Transfer Protein o proteína transportadora de lípidos- . Esta proteína es un alergeno potente y puede causar desde reacciones leves a muy graves, incluyendo anafilaxia. En los últimos diez años se ha aumentado la alergia a frutas un 34% principalmente debido a la contaminación y cambio climático.